El acuerdo se articula igualmente sobre una asistencia personalizada al enfermo, para aquellas personas que no puedan participar con normalidad en las sesiones grupales previstas, proporcionando un servicio de asistencia psicológica con actividades individuales o familiares y de grupo en las que el enfermo recupera su valoración, a través de la ayuda mutua.

En la actualidad doce personas se benefician ya de este servicio, incluido dentro del convenio, dotado con una aportación económica de 4.000 euros, que permitirán la contratación por la Asociación de Parkinson de una psicóloga y una fisioterapeuta.

Para la concejala de Bienestar Social, Esperanza Rozas, “todos estos talleres están orientados a recuperar la consideración del enfermo de Parkinson, tanto en el ámbito psicológico como físico, favoreciendo una situación más normalizada dentro de la sociedad a la que a través de actividades de sensibilización queremos acercar los problemas de estos enfermos”.