El cuaderno, estructurado de forma muy gráfica, con un lenguaje accesible y espacios para el trabajo de los chavales, les permite descubrir su posicionamiento frente a determinadas situaciones que se dan habitualmente en la vida cotidiana, anclados en prejuicios. Así, la guía reflexiona sobre tradiciones como la de agujerear las orejas a los bebés, las expectativas sociales que despiertan los niños y niñas desde su nacimiento, las habilidades que se consideran más o menos masculinas o femeninas y los arquetipos del cuento tradicional que ya analizara Vladimir Propp.

Todas estas pautas son las que pueden generar modelos anómalos de entender la diferenciación entre sexos que, trasladados a la realidad pueden traducirse en malos tratos o conductas socialmente aceptadas, pero igualmente vejatorias, etc. El objetivo es brindar herramientas a los adolescentes para que decidan por ellos mismos si esas costumbres y comportamientos que acogen como herencia de la cultura en la que viven coinciden con su perspectiva y la sociedad en la que quieren convivir. 

Además de este cuaderno la Concejalía de Mujer ha puesto en marcha varios cursos para adolescentes como el taller de autoestima y habilidades sociales para chicas a partir de quince años en el que los lunes de 18:00 a 20:00 horas aprenden a conocer su cuerpo como espacio identitario y de comunicación con los otros mediante técnicas de  expresión, ritmo y movimiento, improvisaciones corporales a partir de la música, la danza o el  teatro...

La concejala de Bienestar Social, Esperanza Rozas, añadió que “el programa incluye también actividades de sensibilización y prevención en centros de enseñanzas medias diseñadas para trabajar en la corresponsabilidad en las familias y la prevención de la violencia de género”.