El proyecto implicará entre otras actuaciones la eliminación del cerramiento exterior, la inserción de un panel acústico, procediéndose al aislamiento térmico del conjunto de la fachada. Está previsto que las obras se lleven a cabo durante los meses estivales para comenzar la temporada de otoño con un nuevo “José María Rodero”. Y decimos nuevo, porque fuera de las remodelaciones cualitativas mencionadas, el edificio se rematará con un acabado de hormigón polímero coloreado en tonos rojos y verdes, material ligero, resistente, menos poroso y pensado para evitar los posibles actos vandálicos.

La nueva piel del teatro municipal se contraerá así al pairo de las dilataciones que producen los cambios térmicos, al tiempo que en la parte inferior del edificio se dispondrán piezas de granito -rosa porriño y verde previsiblemente- en sustitución del actual aplacado.

“Una remodelación en sintonía con las tendencias arquitectónicas contemporáneas que proporcionará un acabado de mayor calidad a un edificio como el Teatro Municipal y le dotará de una silueta singular, acorde con la importancia de los eventos que acoge en su interior”, indicó el concejal de Cultura, Valentín Gómez.