Respecto a las alarmas atendidas desde el Servicio de Teleasistencia, 741 en total, en su mayoría fueron para comunicar datos (comunicar ausencias o regresos o aprender el funcionamiento del sistema, entre otros) a los operadores del servicio, en un 55% de los casos, mientras que un 36% fueron llamadas de seguimiento y únicamente un 9% se cursaron con la finalidad de pedir ayuda. En este caso los motivos más frecuentes fueron emergencias sanitarias, en un 48%, aunque también se produjeron para pedir información o hablar, en un 38%, ante emergencias sociales en un 12% y en un 2% suscitadas por crisis de angustia o soledad.

El porcentaje de mujeres que lo emplearon es sustancialmente superior al de los hombres, con 609 usuarias, frente a los 237 usuarios. En su mayoría fueron personas que viven solas, en un 57%, es decir, 486 del total, o que conviven con otra persona, en el caso de 332 de los usuarios. En cuanto a edades, destacan los mayores de 80 años, con un total de 384 solicitudes cursadas, seguidos por los usuarios de entre 75 y 80 años, con 278 llamadas y los de 65 a 74 años, con un total de 158.

La concejala de Bienestar Social, Esperanza Rozas, manifestó su satisfacción “por los resultados de un servicio que nos permite estar cerca de nuestros mayores, conocer sus necesidades y darles una atención rápida y eficaz, no solamente ante cuestiones sanitarias, sino para paliar esa soledad frente a la que la Teleasistencia significa tener una voz amiga siempre al otro lado”.