Por un lado, es conveniente buscar esos productos que ya ha visto con anterioridad y que compruebe si efectivamente están rebajados, sin que puede haber entre ellos productos defectuosos, ya que las rebajas no son saldos, salvo que así se especifique. Además, asegúrese de que puede pagar en efectivo o con tarjeta en los comercios como el resto del año,  sin que puedan cobrarle el porcentaje de cargo de las tarjetas de crédito. En caso de discrepancia, recuerde que deberán facilitarle la correspondiente Hoja de Reclamaciones y que puede ponerse en contacto con la Oficina Municipal de Información al Consumidor, donde resolverán las dudas que le surjan en torno a posibles irregularidades detectadas.

En cuanto a las devoluciones, éstas sólo procederán en caso de que el artículo esté defectuoso, sin que sea obligatorio que le devuelvan el dinero, salvo que así lo indique el comercio en los carteles de información del mismo. Por lo que respecta a la garantía y la etiqueta, deberán ir incluidas como en cualquier otro período del año, constando en el etiquetado el precio inicial y el ya rebajado y siendo necesario que la garantía sea sellada por el establecimiento como habitualmente para su posterior uso.

Por último, para que se considere que la tienda está en época de rebajas debe ofertar como mínimo un 50% de sus artículos con precios reducidos.